Las diferentes normas metrológicas mencionan que los IPFNA o instrumentos de funcionamiento no automático son instrumentos de medición de masa en los que resulta indispensable la intervención de una persona durante el proceso de pesaje, tanto para la colocación o retirada del objeto a pesar de las plataformas de carga del instrumento para estimar los resultados.
Este tipo de instrumentos de medición de masa se clasifica de distintas formas, por ejemplo, según el tipo de receptor de carga, sistema de equilibrio, tipo de indicación, denominación y clase metrológica. Esta última es sumamente importante no solo para el pesaje, sino para determinar la necesidad de calibración.
¿Cuáles son las características más relevantes de los IPFNA?
Hay cinco características que tienen en común:
Clase de precisión
Esta característica establece los requisitos metrológicos que los instrumentos tienen que cumplir y que se destinan a que los errores medidos se mantengan por debajo de los errores máximos permitidos que se establecen para cada clase metrológica. Esta característica es expresada con varias líneas verticales (de una a cuatro) encerradas en una elipse.
Alcance máximo
Se refiere al valor más alto de pesaje sin que se considere la capacidad del dispositivo de tara.
Alcance mínimo
Los pesajes resultaron afectados por un error demasiado alto si están por debajo de este valor de carga.
Resolución
En el ámbito metrológico se conoce igual como escalón real y se expresa con una «d». Se trata del valor que se expresa en unidades de masa. La resolución se dará en estas variantes:
- En instrumentación digital, la diferencia que hay entre dos valores sucesivos.
- En instrumentación analógica, la división más baja de la escala.
Escalón de verificación
Este valor se expresa con una «e» y en unidades de masa. Se usa para la distribución de los IPFNA en las diferentes clases de precisión y para su verificación.
Es importante aclarar que en los instrumentos de medición de masa de clase III y IIII tanto el escalón real como el de verificación son el mismo valor y son diferentes en el caso de aquellos de la clase I y II. Otro aspecto relevante es que los IPFNA deben contar con una placa de características, donde se incluyan tanto sus principales características como una marca que acredite que se cumplió con la etapa primaria del control metrológico.
La información incluida en la placa de características tiene que ser legible y difícil de borrar y colocarse en los IPFNA de modo que, en caso de reemplazarse, sea detectable tal acción.
¿Qué hay de las clases metrológicas?
En los laboratorios primarios y secundarios es indispensable la clasificación de los IPFNA según su nivel de precisión. Esta es incluida en las normativas destinadas a su control metrológico. Hay cuatro clases con una designación específica: I, II, III y IIII.
Clase I o precisión especial
Esta clase considerada en las normativas que rigen los laboratorios de metrología se refiere a aquellos IPFNA que tienen la precisión más alta y se usan en casos donde el valor de la masa es crítico, por ejemplo, en laboratorios dedicados a la calibración de pesas, de análisis clínicos, en el pesaje de metales preciosos, entre otros. Usualmente, su valor máximo de pesaje no es mayor un kilo y tienen una resolución en el ámbito del microgramo y miligramo.
Clase II o precisión fina
En este caso, destacan por ser menos precisos que los IPFNA de clase I, pero brindan aún alta precisión. Suelen usarse en procesos internos de calibración de básculas y pesas, farmacias, pesaje de oro, laboratorios biológicos y clínicos, entre otros. Destacan por su valor máximo de pesaje de hasta 100 kilos y por ofrecer resoluciones en gramos, miligramos o décimas de miligramo.
Clase III o precisión media
Se refiere a aquellos instrumentos cuya precisión es menor que la clase anterior. Se utilizan ampliamente en el pesaje de automóviles y camiones, en comercios alimentarios y procesos industriales donde no es indispensable una precisión muy alta. Con respecto a su resolución, operan en el orden del kilo y el gramo y tienen un valor máximo de pesaje de hasta cien mil kilos.
Clase IIII o precisión ordinaria
Se trata de los instrumentos de menor precisión en la lista y se utilizan en operaciones donde es crucial la movilidad, por tal motivo, suelen ser IPFNA portátiles de baja precisión. Un ejemplo notorio es la báscula de camiones usada en las carreteras. Su resolución opera en el ámbito del kilogramo y tienen un valor máximo de pesaje de hasta 100,000 kg.
Si cuentan con IPFNA de la clase II, III o IIII, acérquense a nuestro laboratorio de metrología, donde encontrarán el mejor servicio de calibración básculas. Soliciten más información o una cotización al (55) 5576 7356 o llenen el formulario disponible en nuestro sitio web.
