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Entre los termómetros más utilizados para aplicaciones residenciales, comerciales e industriales, destacan los termómetros bimetálicos. Pese a la existencia de termómetros más complejos en su diseño y mecanismos, aún se comercian y utilizan ampliamente, debido a que son fáciles de producir, son asequibles y su utilización es sencilla. No obstante, como cualquier otro instrumento de medición, la fiabilidad y exactitud de los resultados disminuye con el tiempo y uso, haciendo necesario el servicio de calibración de termómetros.

Es importante que este servicio sea realizado por un laboratorio de metrología acreditado por la Entidad Mexicana de la Acreditación (EMA) para garantizar resultados precisos y obtener un certificado donde se demuestre la calidad metrológica del instrumento, algo crucial para que los clientes corroboran la fiabilidad de sus mediciones. Esto se recomienda a cualquier usuario, principalmente a sectores que manejan procesos críticos donde la medición de temperatura es crucial para la calidad y seguridad.

Es posible realizar una calibración interna de termómetros, pero, al final, será indispensable acercarse a un laboratorio secundario dado el creciente valor de incertidumbre de los instrumentos. Pero ¿cuándo recurrir a este servicio? Hay quienes recomiendan hacerlo bajo períodos rígidos y específicos, por ejemplo, una vez al año, no obstante, hay situaciones en las que es necesario solicitarlo lo más pronto posible.

¿Por qué calibrar los termómetros bimetálicos?

Conviene conocer un poco el funcionamiento de estos instrumentos antes de abordar la importancia de su calibración. Este se basa en la conversión de las variaciones de la temperatura en energía mecánica, por medio de una tira de dos metales ubicada en su vástago. Los metales de la tira están unidos entre sí y pueden ser de acero, latón o cobre. Al haber una variación en la temperatura, cada metal presenta diferencias en su contracción o dilatación. Tal diferencia es la que hace que se desplace el indicador. Esta es conocida como diferencia de dilatación o de coeficientes.

Ahora bien, para que este proceso que parece sencillo a simple vista se mantenga exacto, es decir, brinda mediciones trazables, es necesaria la calibración de termómetros. Cuando hablamos de mediciones trazables, nos referimos a aquellas que se relacionan con mediciones de mayor clase metrológica, es decir, que son más precisas y tienen mayor semejanza con los resultados de instrumentos utilizados en laboratorios primarios o secundarios, es decir, el CENAM y los laboratorios de metrología como Masstech.

Para la calibración de estos termómetros, se requiere la comparación con termómetros de mayor clase metrológica. Hay quienes creen que la calibración consiste en hacer ajustes. Se complementan, pero no son reemplazables el uno por el otro. En el caso de los ajustes en termómetros bimetálicos, basta con usar la tuerca que se encuentra bajo su esfera para ello, pero para la calibración, es necesario respaldarse en laboratorios acreditados, ya que brindan máxima seguridad y confianza.

¿En qué situaciones tienen que calibrar los termómetros bimetálicos?

Los expertos recomiendan realizar la calibración en los siguientes casos:

Cuando es sacado de su empaque

Esto se recomienda si no se conoce al fabricante o proveedor de termómetros bimetálicos. De esta manera sabrán si el instrumento al menos está cerca de brindar resultados exactos. De lo contrario, todos sus procesos resultan afectados. En caso de que sea proporcionado con un certificado válido de calibración, puede prescindir del servicio por un tiempo. Afortunadamente, hay muchos fabricantes (principalmente los más reconocidos) que comprueban la precisión de sus productos antes del embalaje. En el informe se indica la fecha de la calibración, el responsable de ella y el nivel de precisión del instrumento.

Cuando el instrumento cambia a un distinto rango de temperatura

Esto llega a ocurrir cuando el termómetro se utiliza a un intervalo específico de temperatura por un largo lapso. En caso de que el rango nuevo difiere considerablemente del rango antiguo, es necesario comprobar el instrumento. Si este se expone a cierta temperatura por mucho tiempo, hará que disminuya su sensibilidad y arroje resultados inexactos en otros rangos de temperatura. En caso de no solucionar el problema, requerirán el servicio de calibración de termómetros.

Cuando el termómetro ha permanecido guardado por un largo periodo

Ocurre lo mismo que en el caso anterior. Al guardar el instrumento por mucho tiempo, probablemente reduzca su sensibilidad ante niveles de temperatura distintos a los que solía exponerse.

Cuando un termómetro se cae

Para muchos usuarios parece inofensivo el hecho de que los termómetros bimetálicos caigan al piso, no obstante, estos pueden dañarse internamente al grado de brindar resultados inexactos. En este caso conviene una calibración interna para detectar pérdidas de exactitud, aunque es necesario seguir buenas prácticas y contar indirectamente con el respaldo de un laboratorio, que proporciona los patrones requeridos para realizar el proceso con menor nivel técnico.

Cuando hay sospechas de resultados inexactos

Si su intuición les dicta que el termómetro no arroja resultados exactos, no arriesguen sus procesos y verifiquen su precisión. Una forma de corroborarlo es utilizar el sistema de acondicionamiento. Por ejemplo, si el sistema está ajustado a 20°C, pero el instrumento indica que el ambiente está a 22°C o 23°C, será necesario llevarlo al servicio de calibración.

En Masstech encontrarán el respaldo de una empresa con amplia experiencia en la calibración de equipos de medición. Estamos acreditados por la EMA y operamos según normas internacionales y nacionales, como NOM, NMX, ISO, NIST, ASTM. Soliciten más información o una cotización al (55) 5357 1943 o completen el formulario disponible en nuestro sitio web.

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