La calibración es una tarea que debe hacerse de manera periódica, ya que debido a su uso las medidas pueden variar de manera significativa con el paso del tiempo. La frecuencia recomendada de calibración puede variar de acuerdo con diferentes características del instrumento, el uso que se le da y si se encuentra expuesto a factores que puedan afectar las medidas.
Por lo general es suficiente con una calibración al año, pero se recomienda que sea calibrado con anterioridad en caso de que exista alguna sospecha de funcionamiento incorrecto o si es sometido accidentalmente a temperaturas inadecuadas o no recomendadas. De igual manera, en el primer uso del dispositivo o después de haber sido guardado por varios meses se debe realizar una calibración para garantizar una adecuada medición.
El proceso de calibración de termómetros permite obtener evidencia objetiva de que, al momento de usar el instrumento para medir la temperatura, se obtenga un resultado confiable de la medición y no se cometan errores inadmisibles o que puedan superar el factor de error permitido por las diversas industrias.
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¿Cómo se lleva a cabo el proceso de calibración?
El proceso de calibración, a pesar de parecer sencillo, debe llevarse a cabo en un laboratorio de metrología que esté acreditado. El método más común para el proceso de calibración es el de comparación directa, donde se utiliza como patrón un termómetro de exactitud adecuada, que haya sido previamente calibrado con referencia a la Escala Internacional de Temperatura de 1990, (EIT-90).
Después del proceso de calibración de termómetros se emite un certificado de calibración que acredita la trazabilidad a patrón de referencia, la incertidumbre expandida y el factor de cobertura que se ha utilizado. En Masstech contamos con las acreditaciones No. M-80 y T-138 como laboratorio de calibración del Sistema Nacional de Calibración, lo que nos respalda en el proceso de calibración de sus termómetros. Si piensan que sus equipos de medición requieren ser calibrados, comuníquense con nosotros.
